A algunos hombres les llega un día en que deben el gran Sí o el gran No decir. De inmediato se revela quién tiene preparado en su interior el Sí, y diciéndolo avanza en el honor y en su convicción. Aquél que se negó no se arrepiente. Si otra vez le preguntaran, no, diría de nuevo. Y sin embargo lo agobia aquel no -justo- durante toda su vida.
FOTO: @tylerbee_photography |
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