el muro en llamas


 

Atravesar el muro en llamas.

Como el hombre asustado en una barca en llamas, que sólo tiene un camino hacia el resto de su vida, debemos atravesar con valentía el muro en llamas para acceder al gran mar.

Si vivimos el tiempo suficiente, todos llegamos a encontrarnos rodeados por una vieja manera de ser, de pensar o de amar que empieza a arder. Este es el tránsito hacia el renacimiento que debemos cruzar para que se desplieguen nuestras vidas. Es el cruce momentáneo y doloroso de lo viejo a lo nuevo.

Es comprensible detenerse ante el muro en llamas, no querer afrontar todo lo que se quema a nuestro alrededor. Sin embargo, los viejos modos pueden arder eternamente, y esperar a que las llamas se acaben raras veces funciona. Podemos echar a perder años de espera. (…)

Pero parece que el anillo de fuego más sutil es nuestra manera autocentrada de pensar, que empieza a sofocarnos con su humo. Vive con nosotros y nos come vivos. Entonces, ¿cómo saltar del barco en llamas que somos nosotros mismos? Bueno, de algún modo esto exige saltar de la barca del ego al mar de nuestro espíritu. Exige la valentía de renunciar a nuestra terquedad y a nuestros sueños de control.(...) Haremos algo más que sobrevivir; seremos llevados a una orilla que no imaginamos.” (Mark Nepo)


Renuncia el que es libre y la renuncia libera porque proviene ya de la libertad”

(Consuelo Martín)


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